Ajedrez y go: dos actividades y herramientas educativas con caminos divergentes

El mundo del go es relativamente nuevo para mí. Lo conocí hace unos años por mi compañero de club Iñaki García, que me enseñó los principios básicos que nunca llegué a dominar (pese a la sencillez de las reglas del juego).

Por eso ahora que he retomado la actividad y he profundizado más en el juego, me he dado cuenta de las bondades que tiene: desarrollo de la concentración y de la capacidad espacial, aumento de la capacidad de cálculo, cultivo de la memoria, desarrollo de un respeto hacía el rival, etc. La gran pregunta que me hago es: ¿si tiene tantas similitudes con el ajedrez por qué las federaciones no le hacen un guiño a este juego y ayudan a difundirlo?

Supongo que la divulgación de un deporte que no es el tuyo no entra dentro de las competencias de una federación, pero viendo las cosas que tienen en común creo que desde las federaciones se le debiera dar apoyo a esta actividad. En primer para lugar para que el go fuera considerado un deporte, y en segundo lugar para fomentar lazos entre jugadores de ambas disciplinas.

Ahora que parece que se está vendiendo más el papel que puede jugar el ajedrez en un plan educativo, no resulta descabellado apuntar que quizás ejerciera un mayor impacto en el alumnado si fuera acompañado de clases de go. No me refiero a añadir dos asignaturas, go y ajedrez, al plan de estudios, sino a dar clases de ambos juegos en la misma materia.

Lo que propongo no es algo nuevo, esta experiencia pionera ya se llevó a cabo en el colegio Luis Briñas, cercano al club de ajedrez Zuri Baltza, hace ya mas de veinte años. Los resultados fueron muy buenos, con plena satisfacción por parte de familias y alumnado.