Me apetecía leer algo más del jienense Juan Eslava Galán así que me animé con esta novela ganadora del premio Planeta en 1.987. El autor me volvió a deleitar con su prosa, aunque en esta ocasión deja a un lado el lenguaje contemporáneo para hacer gala de un impecable castellano antiguo que probablemente le valió muchos puntos a la hora de lograr el galardón.
La historia de esta preciosa obra de Juan Eslava Galán transcurre a finales del siglo XV cuando el rey de Castilla Enrique IV le encomienda a Juan de Olid, escudero del condestable de Iranzo, ir al frente de una expedición a través de África para conseguir un cuerno de unicornio que una vez hecho polvo curará la impotencia del rey.
El desafortunado Juan de Olid, lleno de orgullo por haber sido escogido para tan loable servicio por el monarca y creyendo que a su regreso sería enaltecido por sus logros, parte a una misión de la que no volverá hasta dos décadas después. Muy cambiado física y mentalmente por todo lo que le ocurrió atravesando África, llega a una Castilla muy diferente tras atravesar todo el continente y recalar en Portugal después de ser asistido por una nao lusa.
Lo que inspiró al escritor fueron los restos de Enrique IV encontrados en el Real Monasterio de Guadalupe junto a un cuerno de rinoceronte en 1.946, tal y como nos narra el acta que adjunta en el epílogo.
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