También quería apuntar que voy a comentar haciendo hincapié en el estilo más que en la trama. Quien quiera saber de la historia que coja la obra y empiece a leerla. Creo que ya se ha hablado demasiado de eso, así que cada uno que opine lo que quiera de lo que se cuenta y de cómo se cuenta dependiendo de su ideología, vivencias, memoria... De la misma manera, que cada uno la consuma para poder expresar lo que se debe enfatizar, lo que no aparece, lo que debe atenuarse y lo que se puede contar de otra forma.
Vamos pues, con la reseña. Todo el libro se caracteriza por tener unos capítulos muy breves, escritos con la intención de enganchar e invitar al lector a seguir leyendo. En ocasiones un mismo personaje protagoniza dos o tres capítulos para luego saltar a otro y dejarnos con la miel en los labios, estrategia usada por muchísimos autores pero no por ello menos efectiva. Me ha parecido, en definitiva, que tiene mucho ritmo y que va "in crescendo".
Hay que saber que es una novela llena de flashbacks muy bien empleados por el autor, que viaja del pasado al presente siempre con atino y con el único fin de hacer fluir la narración.
La novela cuenta con ocho personajes principales muy bien construídos, aunque quizás un poco estereotipados.
Durante la narración se emplean muchos términos en euskara que vienen agrupados en un glosario al final del libro. También quería comentar que no hay notas a pie de página para explicar tal y cual cosa, porque al autor no lo ha querido y porque no es necesario.
En definitiva, me gustaría invitar a mis lectores a que lo leyeran para poder apreciar estas virtudes estílisticas y para poder opinar sobre la trama.
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