Esta breve reflexión es para subrayar lo obvio, que el mundo del ajedrez ha salido beneficiado del campeonato mundial que han disputado el ruso Ian Nepómniashchi y el chino Ding Liren. Como sabéis seis de las catorce partidas clásicas han sido decisivas y eso ayuda a vender mejor el ajedrez que un encuentro en el que se produzcan catorce tablas. Si además de los resultados decisivos tenemos a uno de los candidatos adelantándose en tres ocasiones, para ser atrapado prácticamente en el último momento y forzar unos desempates, obtenemos el producto perfecto de cara a ser vendido a los medios generalistas.
No obstante, tampoco todo es maravilloso, es necesario subrayar que tener ambas sillas vacías durante largos periodos de tiempo no es bueno para nuestro deporte. Quizás en el futuro la FIDE tenga que pensar poner un minutaje límite para permanecer en la sala de descanso. En cualquier caso lo que parece claro es que el formato de ajedrez clásico ha funcionado, al menos entre Nepo y Ding... Magnus, no te hemos echado de menos. Por ultimo,esperemos que saquen libro del encuentro y que Ding sea un buen embajador del ajedrez.
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