8 de mayo de 2024

Os cuento cómo fue mi visita al World Chess Club de Berlín

Hace poco tuvo el placer de ir a Berlín a pasar unos pocos días, que bastan para darse cuenta de que lo más característico de la capital alemana es su capacidad para reinventarse y resurgir. Llama la atención ver imágenes de la destrucción que sufrió al final de la segunda guerra mundial, así como los restos del muro y la regeneración urbanística tras su derribo. No hay ciudad en la que convivan mejor el tecno con la música clásica, ni metrópoli donde la legislación te permita hacer una barbacoa en un céntrico parque mientras dejes luego todo recogido.

En este contexto surge el World Chess Club de Berlín, un centro social para los amantes del ajedrez. El Club está situado en el centro de la ciudad, en la popular calle Unter Den Linden. Para que os hagáis una idea está a apenas diez minutos de las Puertas de Brandeburgo. Las instalaciones cuentan con una terraza exterior en una bonita plaza con fuente, cafetería, bar y tienda de ajedrez en la planta baja, así como un espacio para eventos en la primera planta. Todas las mesas cuentan con tableros y relojes de ajedrez.


La idea que tiene la FIDE es que ejerza de centro de eventos ajedrecísticos tanto en la ciudad como en el resto de Europa. En ese sentido, el año pasado fue sede de la Armageddon Chess Series. Está por ver si cumple con ese objetivo a lo largo del tiempo, pues se inauguró el año pasado.

Como el Club de Berlín forma parte del ecosistema de World Chess, los miembros del FIDE Online Arena obtendrán descuentos adicionales y acceso exclusivo a un número limitado de eventos. Yo no renové mi suscripción  (por motivos que quizás explique en una futura entrada), así que no pude beneficiarme de descuentos ni al comprar dos sudaderas en la tienda, ni a la hora de consumir un cappuccino muy rico allí. Los precios de las consumiciones no son baratos si tenéis en mente los estandares de Bilbao, para que os hagáis una idea el citado capuccino costó 4,25E (eso sí, estaba muy bueno). No obstante, no desentonan con otros establecimientos cercanos.

En consonancia con el objetivo de World Chess de hacer crecer el deporte y animar a la gente de todos los orígenes, el Club está abierto a todos sin necesidad de ser miembro. A pesar de que me presenté allí a medida mañana había dos entusiastas jugando al ajedrez, así que no creo que haya problemas para encontrar a alguien con quien jugar (especialmente si acudís por la tarde o por la noche).



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