Esta breve entrada está escrita para todos aquellos que
habéis perdido las ganas de jugar al ajedrez de manera presencial, para
quitarle hierro al asunto. Está bien que os sintáis así, de hecho, creo que
todo el mundo necesita a veces alejarse del juego ciencia. Es sano tomarse un
descanso después de mucho tiempo, yo mismo lo he hecho sin hacer una reflexión
consciente al respecto. Este verano reservé mis vacaciones para jugar tres
torneos: Vitoria, Oviedo y Sestao. Sin embargo, a medida que las fechas se
acercaban me di cuenta de que no tenía las suficientes ganas de jugar así que
no lo hice.
El ajedrez presencial requiere tiempo libre, ilusión y una
férrea voluntad si lo que se quiere es competir. Incluso si sólo se pretende
disfrutar de la práctica del juego se necesita tiempo libre, algo que la vida
adulta no concede en demasía si trabajas o estudias. Quizás por todo lo anterior, parece que la Federación Internacional está contemplando la posibilidad de que las partidas de 45 minutos más 30 segundos por jugador sean consideradas como clásicas, algo que quizás contribuiría a la mayor participación en los abiertos de fin de semana.
En cualquier caso, el esparcimiento
que nos brinda esta afición no está sólo ligado a la competición, sino que se
puede ligar a otras facetas como el análisis, el estudio, el juego en línea o
la lectura de las biografías de los grandes campeones. Por tanto, aprovecho para animaros a disfrutar del juego de todas las maneras posibles. En cuanto al blog, continuaré subiendo fotografías los fines de semana.
Por otra parte, disculpadme si tardo en contestaros los comentarios, pero últimamente no dispongo de todo el tiempo que me gustaría para escribir y no parece que eso vaya a cambiar en un futuro cercano. A ver si puedo subir antes de final de año un artículo sobre Boris Spassky que tengo pendiente y me gustaría compartir, si no puedo quedará ya para el año que viene. Muchas gracias y, lo dicho, disfrutad del ajedrez en cualquiera de sus vertientes.