Capablanca perdió su corona de campeón unos meses después ante el citado Alexander Alekhine. Poco después Capablanca se encontró con su amigo en un club de ajedrez y le ignoró adrede, éste no se desanimó y en voz alta gritó: "Ahora ya han transcurrido mil años. ¡Y quien sabe si también llegará pronto el enterrador!". Se hizo un silencio sepulcral y todo el mundo temió un violento escándalo. Pero cuando Capablanca, encolerizado, se fijo en el semblante tragicómico de su amigo, se transformó y ambos rompieron en una sonora carcajada.

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