Sus primeros éxitos en el ajedrez llegan en 1938, cuando gana el campeonato del Club de Ajedrez de Belgrado. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, y su actividad (como la de muchos otros Grandes Maestros Internacionales) se interrumpe. Gligorić se une a la resistencia contra la invasión nazi.
Después de la guerra continuó su progreso como jugador y en 1947 ganó su primer torneo internacional importante en Varsovia delante del futuro campeón mundial Smyslov. La FIDE le otorgó los títulos de MI en 1950 y de GM en 1951, lo que finalmente completó su transicón a ajedrecista profesional de tiempo completo. Continuó activo jugando torneos hasta bien entrados los sesenta años de edad.
Gligorić luchó de tú a tú con los campeones mundiales de ajedrez, pero totaliza resultados adversos contra la mayoría de ellos, excepto con Botvínnik:
Botnínnik +2-2=5, Smyslov +5-7=21, Petrosian +7-10=10, Tal +2-11=19, Spassky +0-5=15, Fischer +4-6=6, Karpov +0-4=6 y Kasparov -3.
A pesar de su soberbio record en torneos quizás Gligorić sea aún más recordado como teórico de las aperturas, destacando especialmente en la india de rey (Radjabov no le debe mucho a este hombre). Sus batallas con Fischer en la india de rey y la defensa siciliana (particularmente la variante Najdorf, una especialidad de Fischer) son legendarias, y a menudo resultaron en su favor.
Para poder ver la calidad que atesoraba Gligoric en la india de rey podéis echar un vistazo a una de sus partidas más famosas contra el ex campeón del mundo Petrosian en el gran "Torneo de la Paz" celebrado en Zagrev en 1970. Muestra el virtuosismo de Gligorić con las negras en esta defensa y su convicción para jugar con un sacrificio ofensivo aún contra uno de los más grandes jugadores defensivos de la historia del ajedrez. Zagreb 1970 fue otro éxito de Gligorić en torneos, resultando segundo (empatado con Petrosian y otros) detrás de un Fischer que se hallaba en el mejor momento de su carrera. De hecho, Gligorić fue el primero en infligir una derrota a Petrosian después que este ganara el título mundial ante Botvínnik en 1963.
Como comentarista, Gligorić aprovechó su fluidez en viarios idiomas y su entrenamiento como periodista para producir anotaciones de partidas lúcidas e interesantes. Durante años fue columnista habitual de las revistas Chess Review y Chess Life, en las que su columna "La partida del mes" solía ser una tutoría completa sobre la apertura usada en la partida presentada, más un conjunto de exhaustivas anotaciones. Escribió libros de ajedrez en varios idiomas, y contribuyó regularmente a la compilación trimestral (más recientemente, cuatrimestral) Chess Informant de las partidas de ajedrez más importantes del mundo.
Descansa en paz maestro.
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