El último cómic de Astérix hasta la fecha no está al nivel de los clásicos de Goscinny y Uderzo, pero cada vez se acerca más.
La
historia de este cómic comienza con un tema de reciente actualidad: la
corrupción. Las carreteras de Italia están llenas de baches y socavones,
por lo que el senado romano acusa al responsable de su mantenimiento de
gastarse el dinero de las reparaciones en orgías. Así que para defender
su honor y demostrar que las vías romanas están en buen estado, no se
le ocurre otra cosa que organizar una carrera de carros por toda la
península itálica, abierta a todos los pueblos de la antigüedad. Lo
único que habrá en juego será el honor y un trofeo bien grandote y
molón, o su equivalente en sextercios.
A la carrera acuden
aurigas de todas las naciones limítrofes con el Imperio romano,
convirtiendo la carrera en una especie de autos de choque donde se nos
van presentando las villas de Italia bien de pasada o bien mediante
referencias.
El dibujo de Conrad está a un nivel muy bueno, así
que no he echado de menos a Uderzo, de quien sigue bebido pero aportando
algunos detalles de su estilo propio, algo que acerca más este tebeo al
siglo XXI. El guión de Ferri, como he dicho antes, sin ser tan bueno
como los de Goscinny está a buen nivel.
siempre he tenido esta duda: ¿en Italia (o más concretamente en Roma) leen Asterix?
ResponderEliminarSupongo que sí, al fin y al cabo es el cómic europeo más conocido junto con Tintín.
ResponderEliminarGracias por comentar.