3 de noviembre de 2021

Mis poetisas favoritas: Ida Vitale

Ida Vitale es una poetisa uruguaya miembro de la generación del 45 y representante de la poesía esencialista. Pertenece a la cuarta generación de emigrantes italianos en Uruguay. Ampliamente reconocida como una de las poetas más importantes de Latinoamérica, nació el 2 de Noviembre de 1923 y aún hoy vive.

Ha recibido gran cantidad premios, entre ellos el Premio Octavio Paz, el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca y el Cervantes. Al parecer los poetas que más le influyeron fueron José Bergamín, su profesor en Montevideo, y Juan Ramón Jiménez, a quien tuvo la posibilidad de conocer en persona.

Estudió Humanidades, trabajó como docente y traductora. Dirigió la página cultural del semanario  Jaque (una semanario cultural y de investigación uruguayo, que no debe confundirse con la revista Jaque de ajedrez). En 2019 publicó sus memorias Shakespeare Palace. Mosaicos de mi vida en México.

Aquí os dejo un par de poemas de Ida. El primero de ellos está dedicado a la relación entre la pintura y la poesía, mientras que el segundo es un poema publicado en 2010 que habla sobre los libros, los grandes apartados de los tiempos en los que vivimos.

Un pintor reflexiona

Qué pocas cosas tiene
este callado mundo,
más allá de mis Cosas.
Está ese sol que incendia
las paredes vecinas,
los cables del tendido
y aquí no entra porque
qué pensaría el triste,
el alón del sombrero
que, perdida su copa,
ya no abandona el muro
y tengo por la Elipse.
Y las flores de trapo,
que pintadas soñaron
con ser frescas y hermosas
y sobreviven mustias,
¿qué dirían, mis eternas?
Mis ocres, lilas, rosas,
mis marfiles sesgados
por sombras que entretejen
mis líneas adivinas,
son, en su quieto reino.
No importa el sol, afuera.
Que le baste Bolonia
y el ladrillo ardoroso
y en mera luz y sombras
me deje entre mis cosas.
Ya nos encontraremos
si en el pequeño parque,
pinto y pienso en Corot.
Voy a ser aún más leve:
en leves acuarelas
últimas, que precisen
el paso de las formas
por la bruma que sea
un color suficiente.
Pintaré un mandolino
que acompañe la danza
de mis disposiciones
entre sí con sus sombras,
con luces y con trazos
que sutiles abrazan
mis objetos amados.
Y ya toda Bolonia
será de un suaverrosa
sin presunción alguna,
sobre el fatal hastío
si, decimonónico,
de lecheras y henares,
gallineros y cielos.
Cerca de mis hermanas,
viajaré por mis Cosas.

Libro

Aunque nadie te busque ya, te busco.
Una frase fugaz y cobro glorias
de ayer para los días taciturnos,
en lengua de imprevistas profusiones.
Lengua que usa de un viento peregrino
para volar sobre quietudes muertas.
Viene de imaginaria estación dulce;
va hacia un inexorable tiempo solo.
Don que se ofrece entre glosadas voces,
para tantos equívoco, se obstina
en hundirse, honda raíz de palma,
convicto de entenderse con los pocos. 

Tranvias.uy - IDA VITALE en el CCE Montevideo

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