"Si nunca esperas nada de nadie nunca te decepcionarás. "
Sylvia Plath.
Sylvia Plath es una de las escritoras, no sólo poetisas, más importantes del siglo XX sin ninguna duda. Esto tiene un mérito tremendo teniendo en cu Senta que se suicidó con apenas 30 años de edad. Como muchas poetisas sufrió de depresión, lo cual le llevó finalmente a acabar con su vida. Sin embargo, como empezó a escribir desde muy pequeñita cuando entró en la universidad ya tenía medio centenar de relatos a sus espaldas.
Su primer poemario fue El Coloso que se publicó en 1960. Acabó con su vida tres años después, pero su obra más reconocida se publicó a título póstumo en 1965 y se tituló Ariel. Desafortunadamente también después de su muerte recibió de manera póstuma el premio Pulitzer de poesía. Si os gusta más la narrativa que la poesía apenas un mes antes de morir publicó La campana de cristal, que para muchos críticos es su obra cumbre.
La campana de cristal es una novela semiautobiográfica que narra la vida de la joven Esther Greenwood, alter ego de esta autora. A través del monólogo interior asistimos a su inestabilidad emocional y la depresión de la protagonista, la cual mantendrá una lucha continua en su intento por adaptarse. Es una novela especial con mucho ritmo poético.
Su obra más representativa y novela semiautobiográfica - reflejo de las
características psicológicas de la autora - narra la vida de la joven
Esther Greenwood, alter ego de Sylvia Plath. A través del monólogo
interior asistimos a la inestabilidad emocional, siempre colindando con
la depresión de la protagonista, la cual mantendrá una lucha continua en
su intento por adaptarse. Visión no exenta de cinismo y calidad
estilística, con ritmo propio de la poesía.
Si se investiga en la vida de Sylvia uno se da cuenta de que fue muy triste. Por desgracia ese desdichado legado parece haber sido heredado por sus dos hijos. Su hijo acabó suicidándose y su hija, quien se dedicó también a la escritura, padeció anorexia, depresión y creo que ahora padece esclerosis múltiples.
En 1962 Sylvia Path leyo un poema por la radio, lo hizo en la BBC y fue un episodio muy importante para la literatura. Esto lo hizo pocos meses antes de suicidarse. La autora cambió su técnica de escritura tras esa sesión y se enfocó en crear poemas para ser leídos en voz alta: De ahí en más, Sylvia Plath reparó muchísimo más en la sonoridad y la cadencia de sus versos. Y por otro lado, el contenido de su lectura puede (y quizá también debe) ser considerado como un declaración feminista y anti-bélica. Lo tenéis publicado en Nordica por si os apetece leerlo, es maravilloso. También está disponible en la editorial Penguin libros. Como es un poema muy extenso dejaré por aquí otro, traducido por Jesús Pardo, que espero que os guste.
El jardín solariego
Las fuentes resecas, las rosas terminan.
Incienso de muerte. Tu día se acerca.
Las peras engordan como Budas mínimos.
Una azul neblina, rémora del lago.
Y tú vas cruzando la hora de los peces,
los siglos altivos del cerdo:
dedo, testuz, pata
surgen de la sombra. La historia alimenta
esas derrotadas acanaladuras,
aquellas coronas de acanto,
y el cuervo apacigua su ropa.
Brezo hirsuto heredas, élitros de abeja,
dos suicidios, lobos penates,
horas negras. Estrellas duras
que amarilleando van ya cielo arriba.
La araña sobre su maroma
el lago cruza. Los gusanos
dejan sus sólitas estancias.
Las pequeñas aves convergen, convergen
con sus dones hacia difíciles lindes.
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