25 de octubre de 2016

Sus lecturas gafapásticas: Dando testimonio. Ocho semanas en Palestina.

Ziortza me manda una entrada para que la publique en esta nueva sección que titularemos Sus lecturas gafapásticas y en la que podéis participar todos vosotros. Como suelo comentar en estos casos, los comentarios que puedan derivarse de la entrada que vayan dirigidos a ella, pues las opiniones aquí expresadas son suyas y no tienen por qué coincidir con las mías. Os dejo con la entrada.

Antes de disponerme a comentar el contenido del libro, veo importante hacer referencia a su tipo de edición. La licencia de edición que eligió la autora, Ana Barahona, no es otra que una Creative Common (podéis leer sobre ese tipo de licencias pinchando en el nombre) un tipo de patente no comercial que no hace uso del conocido copy-right, la cual encuentro verdaderamente interesante.

Volviendo al tema que nos ocupa, todos conocemos con mayor o menor detalle el estado de Palestina frente a la opresión de Israel, las brutalidades que un gran número de personas tienen que sufrir por pertenecer a un no-país. Desgraciadamente la mayoría de la ciudadanía primermundista se desentiende, hace oídos sordos a pesar de que los gritos de los palestinos puedan llegar a ser ensordecedores, no interesa, pasamos a otro tema más divertido, más “actual”.

Es de agradecer que aún quede gente con conciencia humanista, como la propia escritora, que decide viajar y ayudar en la medida de lo posible en los pueblos y manifestaciones donde la presencia internacional sea absolutamente necesaria para la “supervivencia”.

Esta es una historia, cruda y directa, escrito en forma de diario, en primera persona pero sin que Barahona quiera darse aires de protagonista, la barbarie es la única verdadera estrella, ella no es más que nuestra intermediaria, ojos críticos pero más que nada observadores. Se hace duro leer algunos de los pasajes, la simpleza de sus palabras no enmascara el sufrimiento y el dolor de las gentes que visita.

Si bien es cierto que la situación de las imágenes, en diferente página al texto correspondiente, dificulta ligeramente su lectura, no deja de ser ligera que todo aquel se considere con un mínimo de conciencia social debería leer.


“[...] la realidad de la situación es opresión y guerra, callada y de baja intensidad”
“Mi cámara acaba de evitar un tiro en la cabeza. Pero no va a evitarlos todos.”

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