Me
encantan esos cafés donde entre la barra, las mesas, las sillas y las
máquinas de apuestas encontramos apartado e inhóspito nuestro rincón
para intercambiar libros. Fue en uno de esos lugares con encanto donde
dejé abandonado un obsoleto libro de nutrición y me hice con esta
autobiografía del gran Francisco Umbral. En realidad no creo que esta
obra pertenezca a este género sino que es una novela recopilatoria de
sus vivencias más felices, curiosas y poco conocidas. Una colección de
autores, periodistas y amigos del escritor transitan los capítulos para
ampliar nuestra visión preconcebida de genios como Cela, Jorgue Guillén o
Alberti, por sólo citar algunos.
Da pena que para muchos Umbral
sólo sea el recuerdo de aquel programa de Mercedes Milá, donde el abuelo
le cantó las cuarenta con toda la razón del mundo y le exigió hablar de
su libro. Es descorazonador pensar que un hombre con una trayectoria
tan brillante y extensa en la literatura sea poco a poco olvidado. Sus
columnas diarias valen más que la mayoría de lo que se escribe hoy en
día, pero, tal y como nos confiesa, los autores muertos se quedan en
estanterías por las que sólo circulan los estudiosos mientras poco a
poco se las va comiendo la carcoma.
Pienso exactamente igual que tú. Cuando algún tontolaba suelta la frase "...he venido por mi libro..." les explico la realidad de lo que allí ocurrió y cual es la historia de Francisco Umbral. Y a todo el mundo recomiendo Rosa y Mortal como uno de los mejores libros que jamás he leído. Muy duro, eso sí.
ResponderEliminarTengo muchas ganas de leer Rosa y Mortal, voy a intentar conseguirlo, leerlo y reseñarlo.
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