Del 12 al 17 de
agosto 4 jugadores de Zuri- Baltza, Javier Salas, Jon Fernández (que me cede su
blog para escribir estas líneas), Luis
Goti y el que escribe hemos participado en un torneo de ajedrez lento sub 2000 en
Hellín, provincia de Albacete. Nos acompañó en el coche el joven vitoriano Javier Marchena, que compitió
en un cerrado contra maestros.
El viaje en coche se me hizo corto respecto al tostón que
hubiese supuesto coger dos autobuses para llegar al destino. Por cierto, en lo que respecta a hablar
(sobre todo en verde) Luis nos ganó a todos de sobra.
Hellín (Dune/Arrakis para Jon Fernández) es la localidad más
poblada de Albacete tras la capital. Tiene unos 31.000 habitantes, lo que por
esas tierras es decir mucho, pero no tiene demasiados atractivos si lo que se
busca son emociones. Ahora bien, hay tranquilidad para centrarse en el ajedrez,
noches con temperatura agradable para
pasear en pantalón corto, hellinesas con pantorrillas y muslos morenos, y una piscina municipal donde las parejitas
extranjeras amenazan con ahogarse de forma romántica (los del coche me entenderán lo de la piscina ;)).
El Hotel Emilio está a la par de la localidad, es agradable pero
sobrio. Me alojé en una habitación de la zona antigua, que en principio debía ser
similar a la zona nueva salvo en la decoración. Lo cierto es que eché de menos
un minibar o una neverita que si tenían los de la parte nueva. En recepción dijeron
que iban a intentar conseguirme un minibar pero finalmente no llegó y tuve que tirar a la basura unos yogures y un
par de sándwiches, poca cosa la verdad. Creo que el sistema de aire
acondicionado tampoco estaba a la altura de la zona nueva, pero acabé acostumbrándome. De hecho estoy convencido de
que de los cuatro de Zuri Baltza fui el que mejor descansé. ¿Por qué digo eso?
Yo estaba alojado en una habitación individual y Luis, Javi y Jon compartían una
triple (más bien una doble con tres camas). Parecerá una tontería, pero me dio la impresión que con el paso de los días me
encontraba igual de fresco y mis compañeros de club cada vez parecían más
fatigados. Por lo demás estábamos centrados en el torneo y hacíamos casi los
mismos planes, con escapaditas a un chill out, pero sin trasnochar demasiado.
La sala de juego era muy cómoda, un salón del hotel. Había espacio
entre mesas para tomar postura de combate y el aire acondicionado estaba bien regulado,
lo que permitía pasar horas en condiciones adecuadas. Otra cosa, jugar en el
mismo hotel en el que te alojas es una situación de gran comodidad. Puedes
apurar y salir de la habitación un par de minutos antes de empezar la partida.
Maravilloso…
En lo que respecta al resultado del torneo Javier Marchena
hizo un resultado aceptable en el cerrado con 2 derrotas y 6 empates.
Nadie de Zuri Baltza acabó demasiado satisfecho en el sub
2000.
Javi Salas hizo un
resultado correcto acorde a su elo (4,5/8)
pero con malas sensaciones, remontando
posiciones perdidas. No parecía contento, pero lo cierto es que es que compite
bien, y saber liar al rival (ganando con más oficio que juego) es una virtud
importante.
Luis Goti se había puesto como objetivo el 50% y se quedó con
un 25% (2/8) Al parecer tiró por la borda dos partidas ganadas, y fue incapaz
de entablar una de ellas al ser incapaz de adaptarse a la nueva situación y luchar por medio punto en un final básico.
Jon Fernández tuvo la
peor actuación en un torneo desde que le conozco. Creo que le condicionó mucho
no ganar la segunda ronda con calidad y pieza de ventaja y el hecho de dormir
mal. Parecía coger aire cuando tuvo fe en la cuarta partida y me sacó medio punto
en una partida en la que estuvo perdido. Para entonces se puso con un interesante
2,5/4. De allí en adelante no puntuó y acabó con un muy decepcionante 2,5/8.
Respecto a mí, acabo con sensaciones contradictorias. Acabé
el torneo imbatido. Más aun, salvo en la última ronda ningún rival me puso en situación
desventajosa, lo que en ocho rondas es muy llamativo. Por otra parte conseguí superioridades
aplastantes en 7 de las 8 partidas.
Cualquiera que lea esto pensaría que he ganado el torneo,
pero acabé el 11º con sólo dos victorias y 6 (¡6!) tablas. Solamente uno de
esos empates fue coherente con lo ocurrido en el tablero. La clave es que tiré por la borda las otras 5 partidas, que
acabaron en empate principalmente por tres motivos: falta de técnica, falta de
confianza, y exceso de confianza.
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