Mi segundo fracaso literario de este año se ha producido en el concurso que pusieron en marcha desde El rincón del ajedrez. En cualquier caso, pese a no lograr el triunfo estoy contento con el microrrelato que envié. Si alguien quiere escuchar el texto ganador puede hacerlo pinchando sobre este enlace. Eso sí, no me ha gustado que dieran el primer premio a un relato que emplea el término fichas para referirse a las piezas, pero es lo que hay.
Cuando abrió el tablero, no encontró a la dama blanca.
Ansioso por hallarla comenzó a revolver en cajones, armarios y estanterías, toda
búsqueda fue inútil. Aquellas añejas piezas modelo Dubrovnik podían valer una
fortuna si se vendían junto al bello tablero, sin embargo, sin la reina
fugitiva, no valían nada. Su majestad, esquiva como su antiguo propietario, no
terminaba de aparecer. ¿Hungría, Yugoslavia o Japón? ¿Dónde estaría la desaparecida? Por mucho tiempo el anticuario la buscó por
todo el globo. A pesar de entrevistarse con periodistas, grandes maestros y los
escasos amigos del campeón, no encontró respuesta alguna al enigma. De vuelta a
Reikiavik, junto a su tumba, comprendió que aquella Dama yacería siempre junto
al rebelde corazón del campeón.
Hola Jon:
ResponderEliminarTerminar de leer y ponerme el tablero con mis Dubrovnik (se puede ser más friki?)...que partida toca hoy?...tomo 3 de las partidas de Fischer de ediciones eseuve...el marca páginas está en la 138...Reshevsky-Fischer Palma de Mallorca 1970...si, conozco esta partida...antxoa de las gordas de Sammy en la jugada 29 en una posición igualada.
Continúa escribiendo, Jon. Creo que lo importante es disfrutar de lo que se hace, lo de ganar o no es secundario.
Un saludo.
Santi E.
Aupa Santi,
EliminarSí, hay que seguir escribiendo. Reshevsky en 1.970 era ya muy mayor.
Saludos,
Jon
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Mery.
EliminarGracias por tus palabras, al final la literatura es un arte y cada persona tiene su opinión.
Me gusta tu microrrelato y las simitudes que tiene con el mío. Gracias por compartirlo.
Un saludo y a seguir escribiendo.