La araña del olvido es una historia conmovedora, que narra con maestría la investigación que llevó a cabo Agustín Peñón a partir de 1.955 para esclarecer el asesinato de Federico García Lorca al comienzo de la guerra civil. Agustín, hijo de exiliados, vive de manera cómoda en América hasta que decide embarcarse en una aventura que le llevará a la tierra natal de sus padres, Granada. Allí tendrá que lidiar con una ciudad rancía, donde reina el miedo, la censura y el olvido.
El escritor se las apañará para ir conociendo a todo el entorno de García Lorca en una aventura investigadora que se desarrollará durante dos años y que acabará con todos sus ahorros. La cerrazón, la represión y la tragedia están presentes en todo momento, no obstante, la historia resulta fresca pese a que a priori parece que la hemos leído o visto centenares de veces.
El guión es muy compacto y se nota que hay mucha documentación dando soporte a la obra. De hecho, la principal fuente de inspiración del autor es el libro que escribió Marta Osorio sobre las notas del propio Peñón. Y es que el americano, después de pasar tantas dificultades, no fue capaz de concluir su sueño y publicar el libro que esclareciera la muerte del dramaturgo granadino.
Uno de los capítulos que mejor ilustran la censura y la casualidad, tan presentes en la obra, es la decisión del alcalde de Granada, del gobernador civil y del rector de la universidad, a petición del arzobispo, de prohibir la representación teatral de la Celestina. ¿La razón? “Los graves reparos de orden moral” que se habían formulado contra la obra. La policía político social fue la encargada de clausurar los ensayos la víspera del estreno. Curiosamente la protagonista de la obra era Marta Osorio, quien conoció a Peñón y poco después tuvo que viajar a Madrid para ganarse la vida como actriz.
El austero dibujo es eficaz para narrar la historia. En ningún momento se abandona el blanco y negro, lo cual ayuda a sumergirse al lector en un pasado que parece muy lejano. Llaman mucho la atención los dibujos a toda página y la secuencia de viñetas final, donde se narra los hechos que acontecen una vez que el protagonista está de vuelta en América. También destacan los cuadros y las fotografías, insertados con ordenador en las viñetas. Pese a que captan la atención del lector sobre otros elementos, encajan perfectamente en el mundo de la obra y son, por tanto, un recurso eficaz.
Así pues, sólo puedo decir que esta obra es muy recomendable para todo el mundo. No veo que haya fisuras ni en guión ni en dibujo, y el tema está abordado de una manera rigurosa, objetiva, respetuosa y delicada.
¡Muchas gracias por el comentario sobre mi tebeo! Me alegra saber que te haya gustado e interesado. Un abrazo desde Granada.
ResponderEliminar¡Eres el primer autor que me responde a una reseña! Has hecho un gran trabajo, enhorabuena.
EliminarUn saludo y gracias por comentar.
Me parece admirable que un lector como tú se tome su tiempo en comentar sus lecturas y compartirlas con los demás, así que, ¡gracias a ti de nuevo!
EliminarA ver si hay suerte y vienes al Salón del Cómic de Getxo a firmar. Sería estupendo poder tener la obra firmada.
EliminarYa que compartimos apellido me pregunto si seremos parientes lejanos.
¡Gracias de nuevo!