19 de enero de 2017

Mis lecturas gafapásticas: El maestro de go

Dicen que el ajedrez es un deporte de caballeros, pero yo no lo tengo claro. Mis veinte años en los 64 escaques me dicen otra cosa. Obviamente hay quienes son caballeros y quienes no lo son, como en todo gremio. En cualquier caso diría que que no abundan los adalides de la buena conducta en el juego de Caissa.

En general la mayoría de federados y aficionados son competidores, no artistas que busquen la belleza del juego. No hay nada malo en ello, es sólo la traslación de la vida misma a un tablero de ajedrez.

Esta novela de Kawabata, sin embargo, nos muestra algo que yo sospechaba desde hace mucho. El go, juego que tiene muchas similitudes con el ajedrez, sí que tiene una mayor vertiente filosófica. Al menos la tenía en un pasado no tan remoto.

El protagonista de esta obra ambientada en la primera mitad del siglo XX, el Maestro, es la representación misma del go como arte, como disciplina con una belleza propia incomparable a ninguna otra. También es verdad que su rival, Otake, es el exponente de la vertiente competitiva que estaba por venir.

Sólo fue una partida pero duró seis meses por la enfermedad del Maestro, que le impedía jugar tantas sesiones como le gustaría. Sin embargo, la presencia del anciano irradiaba tanta energía y pasión por el juego que eclipsaba todo cuanto estaba a su alrededor.


El libro, basado en el encuentro real entre Honinbo Shusai y Kitari Minou, nació de las crónicas de Kawabata para el periódico Mainichi Shinbun. Algunos fragmentos están incluidos en la obra de manera íntegra, pero no desentonan en absoluto. Estoy seguro, por tanto, de que la calidad de los reportajes de Kawabata fue excepcional.

Al acabarlo me pregunto si el go sigue siendo ese juego que aún mantiene esa hermosura característica como la música, la pintura o la literatura. También siento curiosidad por saber si las partidas de competición siguen aún un código de conducta como en otras actividades orientales como la ceremonia del té. Me temo que no, y que la metáfora de la desaparición de las costumbres japonesas que nos plantea aquí el autor es ya toda una realidad.

Libro muy recomendable, donden las preciosas y sutiles descripciones que caracterizan al genio nipón están siempre presentes.

A continuación os dejo un video de Kawabata recogiendo el Nobel.


3 comentarios:

  1. ¿Recomendable también si no sabes jugar al go?
    Un saludo

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    Respuestas
    1. Claro, aunque si no has leído nada de Kawabata quizás te recomendaría La casa de las bellas durmientes.

      Un saludo.

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    2. Empezaremos por ahí. Gracias.

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